¿NO SABES CÓMO SEÑALAR LOS DIÁLOGOS EN TU RELATO?

LA GUÍA DEFINITIVA PARA APRENDER A USAR LOS GUIONES EN TUS DIÁLOGOS

¿No sabes cómo señalar los diálogos en tu relato o novela? ¿O de cuándo se deben utilizar los guiones o las comillas? No te preocupes, que en cinco cómodos pasos te explico todo lo que debes saber para señalar correctamente los diálogos de tus personajes.

Las reglas que te describo a continuación son las que usan todos los escritores/as para que el lector note enseguida cuándo un personaje está hablando en voz alta y cuándo ha dejado de hacerlo, sin confusión posible.


Toma nota:

1/ POR CONVENCIÓN, EN NUESTRO PAÍS (Y EN LOS PAÍSES DE HABLA HISPANA) LOS DIÁLOGOS SE SUELEN MARCAR CON GUIONES LARGOS.

En otros idiomas, las reglas y las convenciones respecto a cómo mostrar el diálogo varían; por ejemplo, en inglés, el diálogo va siempre entrecomillado.  En cambio, en nuestro país y en los países de habla hispana, generalmente son los pensamientos los que van entrecomillados.

Así que cuando un lector ve un guión largo, inmediatamente lo identifica con un diálogo y se da cuenta de que esa frase la ha dicho un personaje en voz alta.

Ya estoy en casa.

En cambio, si ve algo entre comillas, normalmente va a intuir que lo que está entre las comillas es un pensamiento del personaje, es decir, algo que no ha dicho en voz alta.

“Ya estoy en casa”, pensó Alicia.

Atención: el correcto es el guión largo, que no viene directamente en el teclado (ese es el corto). Muchas veces en Word, al teclear dos veces seguidas el guión corto te lo cambia automáticamente por uno largo. Si en tu versión de Word no ocurre así, aquí te explican cómo introducir un guión largo directamente en word.

2/ UNA LÍNEA DE DIÁLOGO DE UN PERSONAJE SIEMPRE COMIENZA EN PÁRRAFO NUEVO.

Cuando un personaje comienza a decir algo en voz alta, lo que nos interesa es que el lector note, sin confusión posible, que esa frase ha sido pronunciada por el personaje. Por eso, además de señalarla con un guión largo, siempre vamos a párrafo nuevo.

Es decir, así:

La noche que su mujer le dejó, Edward llegó del trabajo como cualquier otro jueves.

–Ya estoy en casa –dijo Edward, cerrando la puerta al entrar.

nunca se hace así, introduciendo el guión y el diálogo justo seguido de la frase anterior:

La noche que su mujer le dejó, Edward llegó del trabajo como cualquier otro jueves. –Ya estoy en casa –dijo Edward, cerrando la puerta al entrar.

Como veis, si el diálogo sigue a la frase anterior (en lugar de ir a párrafo aparte) el resultado es mucho más confuso para el lector. Y justo lo que queremos es todo lo contrario, que se dé cuenta enseguida y que, así, pueda disfrutar plenamente de nuestra historia y emocionarse con ella sin interrupciones.

3/ UN PERSONAJE TERMINA DE HABLAR CUANDO LLEGA UN PUNTO Y APARTE (U OTRO GUIÓN LARGO).

Ya sabemos que necesitamos un guión largo para avisar al lector de que la frase que sigue es un diálogo, algo que dice el personaje en voz alta. Perfecto. Ahora, ¿cómo le indicamos que esa línea de diálogo ha terminado, que lo que viene a continuación ya no son palabras pronunciadas por un personaje sino escritas por el autor/a?

Muy sencillo: Introducimos otro guión largo y el lector ya sabe que, cuando el primer guión se cierra con un segundo, ya se ha terminado el parlamento del personaje.

Es decir, así:

Ya estoy en casa –dijo Edward, cerrando la puerta al entrar.

O también podemos, simplemente, poner un punto y aparte:

Ya estoy en casa.

Edward cerró la puerta al entrar.

Nunca escribiremos nuestra frase de narración seguida tras el punto del diálogo, porque entonces el lector pensará que también lo ha dicho el mismo personaje:

*–Ya estoy en casa. Edward cerró la puerta

RECUERDA: Para indicar que el diálogo ha terminado, debemos ir a párrafo aparte o cerrar con otro guión largo.

4/ LA EXPLICACIÓN DE QUIÉN ES EL PERSONAJE QUE HA HABLADO (Y QUE VIENE TRAS EL GUIÓN) SE LLAMA ACOTACIÓN (O INCISO) Y TERMINA CON OTRO GUIÓN LARGO, O CON PUNTO Y APARTE.

Como habéis visto en mis ejemplos anteriores, y seguramente en todos los libros que hayáis leído, muchas veces, tras el diálogo, aparece una pequeña frase con la que el autor o narrador explica quién es el personaje que habla. Esa frase se llama ACOTACIÓN, y aparece justo cuando ha terminado el diálogo del personaje, es decir, tras el segundo guión.

Ya estoy en casa dijo Edward, cerrando la puerta al entrar.

Si queremos que el personaje siga hablando después de haber indicado que era él quien había hablado, podemos hacerlo con un nuevo guión largo (tercero), que cerraremos ya con un punto y aparte.

Ya estoy en casa dijo Edward, cerrando la puerta al entrar–. He traído unos regalos.

Sencillo, ¿verdad? Cada guión largo nos indica que el personaje habla, y cuando se cierra con otro guión largo, quien habla es la voz del narrador (o sea, nosotros, el autor). Si la acotación termina con un punto, este se indica tras el guión.

En las acotaciones se puede aprovechar para mostrar también los gestos que los personajes hacen al hablar. 

5/ SI HABLA UN PERSONAJE NUEVO, COMIENZA SIEMPRE EN UN PÁRRAFO NUEVO.

Por último, recuerda que, cuando en un diálogo participa más de un personaje (que es lo habitual, pues si no, estamos en un monólogo), cada vez que un personaje nuevo dice una frase tenemos que ir a párrafo aparte, así:

–Creo que estás equivocada, el tren es a las diez –dijo Pedro.

–No, mira el horario. –Elena le mostró el folleto–. Aquí dice a las diez y media.

Nunca el diálogo del segundo personaje aparece seguido, pues eso crearía confusión en el lector, que, al ver un nuevo guión tras el nombre de Elena, pensaría que sigue hablando ella. Es decir, así NO:

–Creo que estás equivocado, el tren es a las diez–, dijo Elena–. No, mira el horario–. Pedro le mostró el folleto–. Aquí dice a las diez y media.

Por último, un apunte que nunca está de más: cuando un personaje se dirige a otro, su nombre (o apelativo) siempre va entre comas. Así:

–Creo que estás equivocada, Elena, el tren es a las diez –dijo Pedro.

–No, cariño, mira el horario. –Elena le mostró el folleto–. Aquí dice a las diez y media.

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